Llenamos una olla con agua y la ponemos a fuego alto hasta que empiece a hervir. Una vez el agua esté hirviendo, agarramos el pulpo y sin soltarlo lo introducimos en el agua y lo mantenemos bajo ella 3 segundos 4 veces. Esto es conocido como “asustar” al pulpo, lo cual hace que las fibras se retraigan y quede tierno. 

Una vez asustado el pulpo lo dejamos que hierva teniendo en cuenta que por cada kilo de pulpo ha de hervir durante 25 minutos. Una vez el pulpo se haya cocido y esté a nuestro gusto lo retiramos de la olla y lo dejamos sobre un plato procurando que los tentáculos no se peguen y añadimos las patatas para cocerlas con la misma agua del pulpo. 

Mientras cuecen las patatas, cogemos el pulpo y lo cortamos con la ayuda de unas tijeras. Cocidas las patatas las cortamos y las añadimos al plato del pulpo, donde añadiremos también sal gorda, pimentón, y aceite al gusto.